Cómo cuidar la rosa del desierto
Pero puede dejar de serlo si sigues los
consejos que encontrarás en este artículo. Después de varios intentos fallidos,
ya he descubierto el truco para mantenerla con vida y voy a compartirlo
contigo. Descubre cómo cuidar una Rosa del Desierto.
¿Cómo se cuida la rosa del desierto?
Para saber lo que necesita una planta, y
más una como esta, es muy importante ver imágenes de ejemplares que estén
creciendo en su hábitat natural. En el caso de la Rosa del Desierto, conocida
con el nombre científico Adenium obesum, sabemos que crece en climas muy secos
y muy calurosos, sobre terrenos arenosos tanto de Arabia como de África. Sólo
con esto, ya sabremos que debemos de tenerla en una zona protegida del frío,
regarla muy poco y que debemos utilizar un sustrato que tenga un excelente
drenaje.
La cuestión es, ¿Cómo se
cuida?, porque claro, en hábitat se cuida sola, pero… ¿y en cultivo? El cultivo
no es fácil, pero tampoco imposible.
Para tener uno o varios ejemplares, toma
nota de lo siguiente:
Ubicación
Es una planta que ha de estar siempre
que sea posible en el exterior, en una zona soleada, o como mínimo en la que
haya mucha claridad. En invierno es mejor colocarla en un invernadero que
dentro del hogar, ya que no termina de adaptarse a las condiciones que hay en
la vivienda.
Riego
Ocasional. En los meses cálidos dos veces
por semana, y el resto del año una vez cada 6 o 7 días, y solo si el clima es
muy seco y las temperaturas superan los 30ºC; de no ser así, es decir, si es
más suave y/o llueve más, la frecuencia de riego será menor. En invierno regar
sólo una vez cada 20 días más o menos, o cuando el tronco empiece a ponerse un
poquito blando.
Para que no surjan problemas, tienes que
tener en cuenta las condiciones de tu zona y clima, así como el sustrato y la
ubicación en los que esté creciendo tu rosa del desierto. Por eso, en caso de
duda, debes de comprobar la humedad del sustrato o de la tierra.
Y por cierto, si la tienes en maceta, no
es nada recomendable que le pongas un plato debajo, ya que al regar, el agua
quedaría estancada en el plato, y esta entraría en contacto con las raíces de
nuevo, las cuales no toleran el encharcamiento.
Sustrato o tierra
Ha de ser muy poroso. Te recomiendo usar
akadama, pómice, arena de río o similares. Incluso si quieres tenerla en el
jardín, es aconsejable hacer un agujero grande, y rellenarlo con alguno de los
sustratos mencionados.
Abonado
Durante la primavera y el verano hay que
abonarla con abonos minerales, ya sea con uno para cactus y suculentas de venta
en viveros, o bien con una cucharada pequeña de Nitrofoska u Osmocote cada 15
días.
Trasplante
Maceta: es importante cambiarla de
maceta en primavera, cada 2-3 años.
Jardín: si vives en una zona con clima
tropical seco y quieres tenerlo en el jardín, puedes plantarlo en el suelo
después de la temporada más seca del año.
¿Cuándo se debe podar la rosa del
desierto?
Puedes quitar las hojas secas y las
flores marchitas, con las manos (pero ponte guantes) cada vez que sea
necesario.
Multiplicación
La rosa del desierto se multiplica por
semillas en primavera-verano. Para esto, se han de sembrar en macetas
individuales con fibra de coco mezclada con perlita a partes iguales.
Rusticidad
Es muy sensible al frío. Temperaturas
por debajo de los 0ºC pueden acabar con ella, y por debajo de los 10ºC pierde
sus hojas.
En los viveros se suelen encontrar
plantas ya florecidas, pero después de esa vez, a veces parece que les cuesta
volver a producir flores. ¿Por qué? Bueno, pueden ser varios los motivos, pero
en base a mi experiencia y a las de otras personas que conozco, los más comunes
suelen ser:
Mala elección del sustrato: como
comentábamos más arriba, la rosa del desierto crece en suelos pedregosos, donde
el drenaje es excelente. Sin embargo, en los viveros se venden en macetas
rellenas de turba y/o mantillo, quizás fibra de coco lo cual podría darse por
pasable (ni bueno ni malo). En estos sustratos las raíces tienen problemas para
enraizar en condiciones, y una planta que no puede emitir raíces nuevas y
continuar el crecimiento de las que ya tiene es una que florecerá muy poco o no
florecerá.
Riego excesivo: el Adenium obesum
necesita poca agua; de hecho, lo ideal es regar solo cuando el sustrato ha
perdido toda su humedad. Cuando se riega más de lo que necesita, sus raíces
pueden pudrirse, y, por lo tanto, no podrá producir nuevas flores.
Falta de abono: aunque es una planta que
habita en zonas donde hay poca materia en descomposición, al cultivarse en
macetas, es decir, en recipientes donde el espacio y por consiguiente la
cantidad de sustrato que puedes añadir es limitada, llega un momento en el que
la falta de nutrientes empieza a perjudicarle. Por eso, para evitar llegar a
esa situación es muy interesante y aconsejable abonarla en primavera y verano.
Mucha suerte.
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